La actualización de la ciudad

Los equipamientos públicos como la oportunidad de hacer ciudad

Habitando sobre un mundo pospandemia con más de media población mundial viviendo en estructuras urbanas –pueblos, ciudades intermedias, ciudades capitales y áreas metropolitanas– la sociedad contemporánea reside en un mundo cada vez más artificial. Casas, edificios, equipamientos, parques, ciudades, e infraestructuras, donde las escalas de la arquitectura y las incumbencias de los arquitectos son cada vez más amplias y complejas. 

Frente a la presión del crecimiento, la congestión, la densidad y la necesidad de establecer nuevos parámetros de convivencia y relación, el modelo de los equipamientos urbanos que se han producido en las últimas décadas dentro de las ciudades promueve establecer una gran reflexión en pos de una adecuada actualización a estos tiempos. 

Las ciudades, desde sus diferentes inicios y fundaciones, estuvieron equipadas y representadas, en su espacio urbano, con edificios que promovían el carácter de una arquitectura emblemática dando lugar a las actividades que demandaban los distintos poderes de la sociedad, tanto públicos como privados para su funcionamiento. 

La iconicidad de estos equipamientos, generados por la forma, la materialidad constructiva, la disposición geométrica y la escala urbana, crea un legado que genera un impacto en los valores de la sociedad. Es una manera de ver críticamente el universo, una forma de proponer belleza. En definitiva, es un modo de construir una identidad al velo del espíritu de estos tiempos. 

Es imprescindible reflexionar sobre la generación de nuevos equipamientos urbanos.

Concurso nacional de anteproyectos, Ciudad de la ciencia, Buenos Aires, 2023, tercer premio. Imagen © Juan Martín Flores/SMF Arquitectos

Por otro lado, en estas tipologías, la importancia del programa siempre ha exigido que el edificio encarne los valores simbólicos de cada institución y proyecte una imagen a la vez austera y contemporánea. Donde a su vez se trata de responder al conjunto de condiciones del sitio, a las necesidades del programa y al máximo volumen construible permitido por las regulaciones urbanas y de edificación, como lógicas preestablecidas. 

El programa solicitado, a su vez,  debe reflejar en el proyecto una estrategia que abarque lo funcional, lo espacial y lo constructivo. Dando respuesta a diferentes actividades y escalas solicitadas, teniendo en cuenta desde el mínimo espacio de trabajo hasta el macro espacio que requiere su complejo funcionamiento, garantizando diferentes escalas espaciales y flexibilidad de uso y transformación. En este sentido se hace imprescindible poder generar una reflexión que apunte a una actualización tipológica sobre la generación de nuevos equipamientos urbanos, nuevas piezas, en la noción de la creación de nuevos ámbitos y espacios que puedan generar el conjunto de condiciones necesarias para su funcionamiento a futuro. 

¿Cuáles serían estas improntas, cuales serían los parámetros que establecerían estas definiciones? En definitiva, marcar el sentido de atravesar ese impulso crítico sobre un nuevo tiempo, nos propone actualizar este tipo de ámbitos a los nuevos escenarios. Repensar el origen mismo de los equipamientos, potenciando volúmenes complejos que contengan, en cierto modo, la ciudad como contexto y lo metropolitano como sustancia. La definición de una arquitectura que propone un sistema espacial, proporcional y escalar a partir de estos parámetros.  

Sin más, una ciudad hecha edificio. Donde las circulaciones puedan transformarse e interpretarse como calles y veredas que puedan establecerse como grandes plazas donde las actividades puedan entenderse como ámbitos efímeros, donde el espacio no cambia desde lo físico pero si, tiene la cualidad de transformarse en forma constante.

La redefinición de los equipamientos incide en la definición de la ciudad.

Concurso nacional de anteproyectos, Ciudad de la ciencia, Buenos Aires, 2023, tercer premio. Imagen © Juan Martín Flores/SMF Arquitectos

Los equipamientos y su redefinición deben permitir ser repensados como ámbitos de la ciudad donde el espacio público hace que la arquitectura emule una relación entre el adentro y el afuera, desdibujándose, transparentando límites y bordes. Esta acción proyectual, promulgue la definición de una novedosa relación con el espacio urbano, con el bien social, horizontalizando las relaciones, generando mecanismos de intercambio que logren una mayor empatía entre la ciudad y su gente. 

En definitiva, desde siempre los equipamientos han servido para generar una representación de los distintos poderes e intereses como así también para ser el reservorio de usos y actividades de estos mismos. Desde nuestra visión como arquitectos y como constructores de utopías, tenemos el desafío de repensar y proyectar los nuevos equipamientos, y tenemos una gran oportunidad para redefinir no solo aquello que nos han solicitado, sino hacer un aporte a la arquitectura y la ciudad.

Una ciudad que necesita actualizarse, cambiar y reinterpretarse a partir de los nuevos tiempos. La impronta de los nuevos equipamientos nos dará la pauta para generar estas potenciales transformaciones. Nos darán la pauta para hacer ciudad.

Imagen principal: Concurso nacional de anteproyectos, Ciudad de la ciencia, Buenos Aires, 2023, tercer premio. Imagen © Juan Martín Flores/SMF Arquitectos